Corticoide tópico en las heridas cutáneas crónicas

2

corticoide tópico en las heridas

¿Por qué?

Muchos de los usos de los corticoides en medicina se deben a su poder antiinflamatorio. Este efecto puede resultar pernicioso en aquellas situaciones clínicas en las que se precise que se desarrolle el proceso inflamatorio, como por ejemplo en la primera fase de cicatrización de una herida aguda.

Como hemos comentado en entradas anteriores, las úlceras crónicas se caracterizan por una fase inflamatoria anormalmente prolongada, que se caracteriza por aumento de citoquinas y metaloproteasas, con la consiguiente destrucción de la matriz extracelular y disminución de factores de crecimiento en el lecho de la herida. Por tanto, el uso de corticoides tópicos, al reducir la inflamación, podría ser beneficioso para cortar ese círculo vicioso. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta el potencial riesgo de infección asociado a su aplicación en una herida crónica, que habitualmente posee una elevada carga bacteriana

 

¿Cómo?

A pesar de que el uso de corticoides tópicos es una práctica extendida en el manejo de las úlceras cutáneas crónicas, destaca la ausencia de ensayos clínicos que puedan apoyar su eficacia  y establecer sus indicaciones.

Se han publicado escasas series de casos sobre la eficacia de la corticoterapia en heridas con hipergranulación. Uno de ellos es un estudio prospectivo multicéntrico publicado en 2007. De los 34 pacientes tratados, 27 (el 79%), a los 3 meses de tratamiento, se había beneficiado del uso de corticoide. Las variables resultado recogidas fueron curación, disminución del exudado y reducción del tejido de granulación (Hofman, 2007).

Recientemente se ha publicado un estudio retrospectivo con úlceras cutáneas crónicas recalcitrantes con inflamación excesiva  tras aplicación de un compuesto con corticoide (butirato de clobetasona 0.05%), antibiótico (oxitetraciclina) y antifúngico (nistatina). Se comparó la tasa de curación de los meses previos al tratamiento y tras el mismo. De las 34 úlceras tratadas, 24 presentaron una aceleración de la cicatrización, 3 no tuvieron cambios, mientras que 7 sufrieron una ralentización del proceso (Bosanquet, 2012). Entre las limitaciones de este estudio habría que destacar la falta de grupo control, la variabilidad etiológica de las lesiones, la subjetividad para definir una úlcera con  inflamación excesiva (criterio de inclusión) y no hacen referencia a otros apósitos o compresión utilizados de manera conjunta.

En la práctica diaria, lo habitual es utilizar un corticoide de potencia moderada-alta. Nosotros usamos habitualmente dipropionato de betametasona. Sobre una capa gruesa de crema, en función del exudado y la localización de la herida, colocamos habitualmente un apósito de interfase, lámina de alginato cálcico o una espuma. En casos de heridas muy exudativas, en vez de aplicar el corticoide en forma de crema, utilizamos su presentación en supensión acuosa, que administramos en forma de fomento en cada cura.

¿Cuándo?

Como hemos comentado, no existen indicaciones de uso establecidas para el tratamiento de úlceras cutáneas crónicas. Su uso de manera puntual en caso de existir granulación excesiva está muy extendido. Las series de casos presentados muestran resultados esperanzadores para extender su uso en otras úlceras crónicas recalcitrantes, con datos de inflamación excesiva.

Hay un tipo de heridas  en las que el corticoide tópico es uno de los tratamientos de elección. Se trata del pioderma gangrenoso, una dermatosis neutrofílica poco frecuente que se caracteriza por el desarrollo de úlceras principalmente en zonas que han sufrido un daño (cirugía, traumatismo,..). Pueden asociar enfermedades sistémicas, como enfermedad inflamatoria intestinal, pero hasta el 50% de los casos son idiopáticos. Entre los tratamientos de elección se encuentran los corticoides sistémicos y tópicos, ya que disminuyen la inflamación, que es la causa de las úlceras (Cohen, 2009). Hablaremos del pioderma gangrenoso en detalle más adelante, en una entrada específica.

 

Referencias

Cohen PR. Neutrophilic dermatoses: a review of current treatment options. Am J Clin Dermatol 2009;10:301–12.

Bosanquet DC, Rangaraj A, Richards AJ et al. Topical steroids for chronic wounds displaying abnormal inflammation. Ann R Coll Surg Engl 2013; 95: 291–296.

Hofman D, Moore K, Cooper R et al. Use of topical corticosteroids on chronic leg ulcers. J Wound Care 2007; 16: 227–230.

 

Also available in: English (Inglés)

Compartir

2 Comentarios

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here